Un toque nostálgico en Roma

La habitación era amplia y limpia, lo que facilitó nuestras noches después de un día de exploración. Un momento mágico fue cuando disfrutamos del desayuno variado rodeados de otros viajeros. Su cercanía al metro hizo que todo fuera más fácil.

Sin embargo, el hotel no estaba bien conectado con el transporte público, lo que complicaba un poco las salidas. Algunas áreas necesitaban urgentemente mantenimiento, lo que restaba algo del encanto inicial.

piscina descuidada, habitación amplia, aire acondicionado fresco

Este lugar necesita un mantenimiento urgente, sobre todo en las áreas comunes y las habitaciones, que ya muestran signos de desgaste.

Hazme caso, luego me lo agradecerás

Un hotel cómodo y agradable para quienes buscan evitar el bullicio del centro. Las habitaciones son amplias y estaban muy limpias, además, el personal es muy amable y atento. Tras un largo día, la piscina y el jardín ofrecen un lugar perfecto para relajarse. Un pequeño dulce toque es la confitería cercana que alegrará tu returno.

Desayuno abundante y variado.

Después de un largo día explorando, volví al hotel con mucha hambre. Me encontré con una confitería justo antes de llegar que alegró mi noche con un helado. La habitación era grande y la limpieza estaba bien, lo que hizo la estadía más llevadera.

La ubicación es alejada y el metro no está cerca. Además, el servicio de cocina es escaso, solo desayuno.

el hotel super cool, el personal super amable y siempre listos pa ayudar, el desayuno tenía un montón de cosas ricas, muy variado. la habitación era amplia y siempre limpia, además está en una zona tranquila, perfecto pa descansar. ah, y hay una confitería cerca q es un must, pa esos antojos d helado después de un día de turistear.

La habitación era cómoda y limpia, lo que facilitó una estadía más relajada. El baño estaba impecable, encantó que todo funcionara bien. Aunque la ubicación es un poco alejada, el transporte público es accesible. El aire acondicionado funcionó de maravilla, lo cual fue un alivio en Roma. Hubo un par de detalles de mantenimiento que podrían mejorarse, pero no arruinaron la experiencia.

Un lugar acogedor y amable

El hotel es super tranquilo y perfecto para descansar. La habitación era amplia y super limpia, y el personal siempre fue muy amable cuando necesitábamos ayuda. Ah, y tiene un bar donde te puedes relajar después de un largo día de turismo. Eso sí, la ubicación está un poco alejada del centro, lo que puede complicar un poco moverse.

El desayuno fue toda una fiesta de sabores con un bufé de platos fríos que me hizo sentir en casa. Tuve la suerte de descubrir varios restaurantes cerca, como I Fraschettari, y el delicioso helado en Candy Cream, un delicioso impulso después de un día de aventura. La atención fue impecable, ¡me sentí como un rey en Roma!

A pesar de que el ambiente era acogedor, el baño necesitaba un buen lavado de cara. había algunas manchas que no deberían estar ahí. Pero hey, todo brillaba en su mayoría a pesar de esos detalles. ¡Roma siempre tiene su encanto!

El desayuno perfecto y el personal muy atento. La ubicación alejada, pero el transporte ayuda.

Recomiendo para una escapada en pareja

El hotel tenía ese aire vintage que de alguna manera le da carácter, y la atención del personal fue realmente destacable. Cada mañana, disfrutamos de un desayuno continental con frutas frescas y chochitos, algo que realmente no esperaba.

No fue barato, pero no me decepcionó.

La habitación era amplia y limpia, lo que facilitó una estadía más cómoda. El entorno era tranquilo, aunque un poco alejado del centro. Aproveché mi tiempo visitando lugares emblemáticos como la Capilla Sixtina y el Coliseo, por lo que agradecería algunas mejoras en el acceso al transporte público. En general, fue una experiencia aceptable que podría mejorar con algunos ajustes.